Los extintores se clasifican en base al tipo de material que está ardiendo, proporcionando una solución específica para cada uno de los cinco tipos de incendios: A, B, C, D y K (o F). Esta categorización es esencial para la seguridad y la eficacia en la extinción de incendios, ya que cada clase requiere un agente extintor diferente, como agua, CO2, polvo, espuma o monóxido de carbono.
En la selección de extintores, es crucial considerar el tipo de fuego que se pretende combatir. Los extintores se clasifican en:
La elección del extintor correcto depende del tipo de fuego, subrayando la necesidad de entender las características y usos de cada tipo de extintor para garantizar una respuesta efectiva en caso de emergencia.
Normativa y Regulaciones Vigentes
Para garantizar la seguridad y el cumplimiento de las normativas vigentes en el uso de extintores, es fundamental seguir ciertas pautas establecidas:
Ubicación y Acceso:
Mantenimiento y Inspecciones:
Normativa y Formación:
Para asegurar el correcto funcionamiento de los extintores en caso de incendio, es imprescindible realizar un mantenimiento y revisiones periódicas siguiendo una normativa específica. Estas revisiones deben ser llevadas a cabo por una empresa autorizada para garantizar una ejecución adecuada y la validación del estado de los extintores. Los extintores tienen una vida útil de 20 años, siempre y cuando se sometan a mantenimientos y revisiones regulares de acuerdo con la normativa.
Revisiones Regulares:
Si se detectan anomalías durante estas revisiones, el extintor debe ser reparado o reemplazado. Además, el propietario debe realizar ciertas verificaciones adicionales a las realizadas por profesionales, incluyendo comprobaciones mensuales de la disponibilidad, operatividad y carga del extintor, y cada tres meses, revisar el estado de las características de seguridad, funcionalidad de válvulas y asas, accesibilidad y el estado de la carga.
Los extintores se clasifican según el tipo de fuego que son capaces de apagar. Los de clase A son adecuados para fuegos que involucran materiales combustibles sólidos como madera, tela, caucho, papel y ciertos plásticos. En cambio, los extintores de clase B están diseñados para combatir fuegos originados por líquidos inflamables tales como grasa, gasolina, solventes, lacas, alcoholes y aceites.
Para incendios que involucran combustibles sólidos como madera, cartón y plástico, se deben usar extintores de clase A. En situaciones donde el fuego es causado por líquidos inflamables como aceite, gasolina o pintura, se requieren extintores de clase B. Para fuegos que implican gases inflamables como butano, propano o gas natural, se deben emplear extintores de clase C.
Los colores en los extintores ayudan a identificar rápidamente el equipo de lucha contra incendios y las medidas de prevención. El amarillo señala riesgos diversos, como la presencia de materiales inflamables o desniveles en la construcción. El verde indica rutas de evacuación o la ubicación de equipos de primeros auxilios. El azul, por su parte, denota señales de obligación.
El extintor ABC es uno de los más versátiles en la lucha contra incendios, ya que su polvo químico seco es efectivo en fuegos de clase A, B y C. Esto significa que puede ser utilizado en incendios con combustibles en estado sólido, líquido y gaseoso.