Mantenedores

Empresas instaladoras y mantenedoras de PCI

Las empresas de protección contra incendios deben cumplir con normativas de calidad, contar con personal capacitado y mantenerse actualizadas en formación para asegurar la eficacia de sus sistemas.
23/7/2024

En el ámbito de la protección contra incendios, los instaladores y mantenedores juegan un papel fundamental para garantizar la seguridad de las personas y los bienes en edificios e instalaciones.

A continuación, te contamos todo sobre las funciones de los instaladores y mantenedores y el impacto que tienen para reducir riesgos en caso de incendios.

¿Qué tipos de empresa hay?

El Reglamento mantiene dos modalidades de empresas: instaladoras y mantenedoras de protección contra incendios, y establece que la habilitación para estas se realizará mediante la presentación de una declaración responsable ante el órgano competente de la Comunidad Autónoma correspondiente, en la que el titular de la empresa declare el cumplimiento de los requisitos establecidos para cada actividad.

Una empresa instaladora de protección contra incendios (PCI) es una entidad especializada y autorizada que se dedica a la instalación de sistemas y equipos diseñados para prevenir, detectar y combatir incendios. Estas empresas deben estar debidamente habilitadas conforme a los requisitos de la normativa, lo que implica que deben contar con personal técnico capacitado, medios técnicos adecuados y cumplir con todas las normativas vigentes. Las funciones principales de una empresa instaladora de PCI incluyen el diseño, la planificación y la ejecución de la instalación de sistemas de protección contra incendios, asegurando que estos cumplan con los estándares de seguridad y eficacia requeridos.

Una empresa mantenedora de protección contra incendios (PCI) es una entidad que se encarga del mantenimiento, revisión y reparación de los sistemas y equipos de protección contra incendios para asegurar su correcto funcionamiento y su conformidad con las normativas vigentes. Estas empresas también deben estar habilitadas según la norma, cumpliendo con requisitos similares a los de las empresas instaladoras, incluyendo la capacitación del personal y la disponibilidad de medios técnicos adecuados. Sus funciones principales incluyen la realización de revisiones periódicas, mantenimiento preventivo, reparaciones necesarias, sustitución de componentes defectuosos y la emisión de certificados de mantenimiento que avalen el estado y funcionamiento de las instalaciones y equipos revisados.

Requisitos para las empresas instaladoras y mantenedoras de PCI

La operativa de los instaladores y mantenedores de PCI está sujeta a una creciente regulación. Esta regulación determina una serie de medidas y actuaciones que afectan a las empresas. Entre ellas se encuentran las siguientes:

Disponer de un Sistema de Calidad

El RIPCI establece que todas las empresas instaladoras y mantenedoras de instalaciones de protección contra incendios deben tener implantado un sistema de calidad que incluya explícitamente dentro de su ámbito de competencia las instalaciones de protección contra incendios. Las empresas tienen un año para cumplir con este requisito, acreditando inicialmente haber contratado el desarrollo e implantación del sistema de calidad.

Un sistema de calidad se entiende como un conjunto organizado de procedimientos, políticas, procesos y recursos que una empresa implementa para garantizar que sus productos o servicios cumplan consistentemente con los estándares y requisitos establecidos. Este sistema incluye la planificación, control, aseguramiento y mejora continua de la calidad, abarcando todas las etapas desde el diseño hasta la entrega, con el objetivo de satisfacer las expectativas de los clientes y cumplir con las normativas aplicables.

Aunque no se menciona específicamente la certificación ISO como requisito, muchas empresas optan por obtener certificaciones ISO 9001 (Sistema de Gestión de Calidad) u otras normas ISO relevantes para demostrar la calidad y eficiencia de sus procesos. Estas certificaciones pueden ser consideradas como una herramienta para cumplir con los requisitos de calidad establecidos por el reglamento y para mejorar la gestión interna de la empresa.

Disponer de personal cualificado adecuado al nivel de actividad

Las empresas instaladoras y mantenedoras de instalaciones de protección activa contra incendios deben disponer de personal contratado adecuado a su nivel de actividad. Esto incluye, al menos, un responsable técnico con un título de escuelas técnicas universitarias o una titulación equivalente con competencia técnica en la materia, y al menos un operario cualificado para cada uno de los sistemas para los que están habilitadas. El responsable técnico puede considerarse, a todos los efectos, como operario cualificado para todos los sistemas de protección contra incendios que se ajusten a su competencia técnica.

Habilitación, registro y cumplimiento normativo

Además, las empresas instaladoras y mantenedoras deben estar debidamente habilitadas y registradas ante el órgano competente de la Comunidad Autónoma correspondiente y deben mantener documentación actualizada de todas las actividades de instalación, mantenimiento y revisión realizadas, así como cumplir con todas las normativas técnicas y de seguridad vigentes. Por otro lado, es obligatorio un seguro de responsabilidad civil de 800.000 euros.

Requisitos de formación y cualificación para los técnicos de PCI

La entrada en vigor del RIPCI establece la obligatoriedad de una formación específica para los operarios que busquen obtener la certificación necesaria para realizar trabajos de instalación y/o mantenimiento de sistemas de protección contra incendios. Por consiguiente, las empresas instaladoras y/o mantenedoras de protección contra incendios deben asegurarse de contar, como mínimo, con un operario cualificado para cada uno de los sistemas para los cuales están habilitadas, pudiendo un mismo operario estar cualificado para uno o varios sistemas.

Por lo general, los cursos de capacitación requieren de una inversión de tiempo de alrededor de unas 16 horas entre teoría y práctica para cada tipo de equipo o sistema para el que se quiera certificar. Además es necesario realizar un módulo de introducción de otras 24 horas. El módulo general cuesta unos 400€ y cada módulo específico unos 500€.

Por otro lado, el RIPCI no especifica explícitamente la obligatoriedad de la capacitación continua para los técnicos que trabajan en empresas instaladoras y mantenedoras de PCI. Sin embargo, es importante destacar que la formación continua y la actualización profesional son prácticas recomendadas y consideradas buenas prácticas en el sector.

Las empresas y los técnicos tienen la responsabilidad de mantenerse actualizados sobre las normativas vigentes, las nuevas tecnologías y los avances en seguridad contra incendios. Esto no solo contribuye a mejorar la competencia técnica y el desempeño profesional, sino que también asegura que las instalaciones de PCI se mantengan en conformidad con los estándares de seguridad más recientes.

Aunque no es un requisito estricto del RIPCI, muchas empresas y profesionales del sector optan por participar en programas de capacitación continua para mantener sus conocimientos actualizados y ofrecer servicios de alta calidad en la protección contra incendios.

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