En la seguridad, el prevención y gestión de incendios es un aspecto crucial. Para los mantenedores de PCI y Seguridad es vital comprender cuáles son los diferentes tipos de fuego, sus métodos de detección y extinción. Conocer esta información es fundamental para garantizar la protección tanto de los activos materiales como, sobre todo, de las personas.
Todos los tipos de fuego no son iguales, por ello es importante diferenciar los tipos que existen y cómo apagarlos. En la actualidad, la clasificación internacional de incendios se basa en el material combustible que los originan, pudiéndose encontrar 5 diferentes:
Son aquellos que se originan por un combustible sólido inflamable, entre los que se encuentran materiales comunes como: madera, plástico, papel, cartón, matorral, caucho, neumáticos o textil. Estos incendios pueden ocurrir por accidentes de tráfico, de almacenes, forestales o de edificios residenciales
Este tipo de fuego se puede extinguir con agua. Sin embargo, al ser el agua conductor de la electricidad, hay que tener en cuenta el riesgo de electrocutamiento. Para apagarlos de forma más efectiva se suele emplear los espumogenos de clase A o los de polvo ABC. También se puede usar el extintor de agua pulverizada. El agua pulverizada se evapora más rápidamente, absorbiendo más calor de las llamas.
Este tipo de fuegos los producen combustibles líquidos inflamables como por ejemplo el petróleo, la pintura, el alcohol o la gasolina. Suelen darse en industrias petroquímicas como refinerías o almacenamientos en tanques, centrales eléctricas o destilerías.
En el caso de tener apagar un fuego de tipo B, se pueden emplear los conocidos como espumógenos de clase B. Estas espumas están diseñadas para una extinción rápida y la creación de una capa protectora para evitar que se vuelvan a activar las llamas. Son los más eficaces pero, al igual que en el caso anterior, hay que tener en cuenta que éstos extintores llevan agua y pueden conducir la electricidad.
También se pueden utilizar extintores de CO2, su uso es común con este tipo de incendios. El funcionamiento de estos extintores es por sofocación, ya que el CO2 desplaza el oxígeno necesario para mantener el fuego vivo. Tienen la ventaja de no dejar residuos por lo que se suelen utilizar para apagar incendios en activos valiosos. Pero, en incendios al aire libre no son eficientes al disiparse rápidamente con el viento.
En este caso, los tipos de fuego clase C implican combustibles gaseosos inflamables. Entre ellos se encuentran gases inflamables entre los que están el propano, butano, metano, hidrógeno o acetileno, entre otros. Para estos fuegos de clase C se puede usar el extintor ABC. El extintor ABC como indican sus siglas, y como vimos en los apartados anteriores, también sirve para fuegos tipo A y B.
Los incendios originados por fuegos clase D implican metales como por ejemplo el magnesio, el sodio y otros.
Este fuego lo producen los aceites o grasas de cocina como los aceites vegetales. Cabe destacar que en los países de Latinoamérica se denomina con la letra K. Para terminar con este fuego se suele utilizar el aditivo AFFF mezclado con agua pulverizada o espuma. Para cada tipo de fuego se debe saber qué tipo de agente es el adecuado emplear.
Por ejemplo, en el caso de un sartén con aceite en llamas nunca se deberá usar un extintor de agua. Lo mismo si hay componentes eléctricos cerca.
La detección temprana de un incendio es vital para su control y extinción oportuna. Existen diversos métodos de detección:
Además de tener en cuenta todo lo anterior, hay que tener en cuenta una serie de recomendaciones:
La comprensión y gestión adecuada de los diferentes tipos de fuego es esencial para la seguridad en cualquier entorno, especialmente en aquellos donde se realizan actividades con riesgo de incendio. Por ello, es crucial implementar las medidas preventivas para la detección temprana de incendios y la prevención.